Descripción

Foro 1

¿Cómo evaluar por competencias?

En los foros anteriores quedó ampliamente consensuado que, siguiendo las recomendaciones europeas, y continuando con una línea ya consolidada en leyes educativas anteriores, era preciso profundizar en el aprendizaje competencial, entendido como garante de la adquisición por parte del alumnado de las competencias necesarias para el completo desarrollo de su personalidad en todas sus dimensiones, de manera que le permita integrarse, de manera activa y responsable, en una sociedad a la que debe contribuir aportando propuestas y dando respuestas a los desafíos del siglo XXI y a los grandes objetivos mundiales.

Por ello, la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de Educación (LOE), modificada por la LOMLOE, recoge, entre los principios que inspiran el sistema educativo español, la calidad de la educación para todo el alumnado, y sitúa, en primera línea del proceso enseñanza-aprendizaje, la experiencia competencial, a la que consagra como elemento esencial del currículo, concretando su presencia transversal en el mismo a través de ocho competencias clave para el aprendizaje permanente: competencia en comunicación lingüística; plurilingüe; matemática y en ciencia y tecnología (STEM); digital; personal, social y de aprender a aprender; ciudadana; emprendedora; y en conciencia y expresión culturales. Por su parte, la arquitectura curricular misma parte de los descriptores operativos que cada competencia aporta a los saberes que nuestros alumnos y alumnas deben haber adquirido al finalizar la etapa de 6.º de Educación Primaria y la enseñanza obligatoria (perfil de salida).

Estos aprendizajes competenciales, además, no consisten únicamente en contenidos, sino también en valores, destrezas, emociones, motivaciones y actitudes, de ahí que se imponga una reflexión sobre una evaluación que abarque todos estos aspectos, cómo debe plantearse esta evaluación en relación a las competencias, y de qué manera estas convergen con la evaluación de contenidos de las áreas y materias a través de los criterios de evaluación. Es necesario, además, revisar los instrumentos y actividades con los que evaluamos, reflexionar sobre cómo se deben integrar en los instrumentos tradicionales, y cómo diversificar la metodología de la evaluación, para abarcar más contextos y más variedad de alumnado, singularmente en el fundamental momento de concreción de la enseñanza-aprendizaje, cuando los profesores y profesoras realizan su evaluación cotidiana y continua, con todos sus múltiples y ricos elementos enfocados a la tarea diaria del proceso enseñanza-aprendizaje (evaluación del conocimiento previo, progresión del aprendizaje, coevaluación, autoevaluación, retroalimentación, estrategias docentes de mejora de resultados, aprendizaje por proyectos y aprendizaje-servicio, selección de objetivos y adecuación al contexto concreto en que se enseña y se aprende…) que ahora se fundamentan en una experiencia esencialmente competencial.

Algunos centros educativos ya llevan tiempo embarcados en la evaluación competencial, que se ha integrado en su quehacer diario, y que ha contribuido a reorganizar la vida en el centro. Sus experiencias y sus aportaciones serán de enorme interés en este foro, que se plantea, entre otras cuestiones relevantes, las siguientes preguntas:

  • ¿Qué experiencia pueden aportar los centros a esta evaluación competencial?
  • ¿Qué podemos incorporar a nuestra evaluación competencial de la experiencia en otros sistemas educativos?
  • ¿Cómo podemos mejorar el proceso de información a las familias sobre las evaluaciones competenciales?
  • ¿De qué manera se pueden integrar las distintas competencias en una única evaluación? ¿Puede el trabajo interdisciplinar definir espacios de evaluación competenciales compartidos?
  • ¿De qué instrumentos disponemos para evaluar competencialmente? ¿Qué nuevos instrumentos debemos adoptar?
  • ¿Qué documentos garantizan a los docentes la presencia de la evaluación competencial en las juntas colegiadas de evaluación de los centros educativos?
  • ¿Cómo podemos mejorar los espacios de intercambio de ideas y técnicas de evaluación competencial?
  • ¿Cómo evaluar no solo en relación al alumnado, sino también en relación a los centros y a la propia aplicación del currículo en el sistema educativo?

Estos interrogantes nos conducen al foro del día 17 de junio, en el que se tratan las grandes evaluaciones de nuestro sistema educativo.

Foro 2

Evaluaciones externas: ¿por qué son fundamentales?

Tres son las grandes evaluaciones externas que se aplican en nuestro sistema educativo: las evaluaciones generales del sistema, muestrales y situadas a fin de cada etapa obligatoria; las evaluaciones de diagnóstico, censales y de carácter orientativo para el alumnado, las familias y el centro; y las evaluaciones internacionales muestrales, como PISA, TIMSS o PIRLS. En las tres evaluaciones son cualidades y requisitos la transparencia, el rigor, la cuidadosa planificación y aplicación integrada en el proceso educativo cotidiano, y la contextualización, que permite que los datos, aplicados y entendidos en su particular contexto, cobren todo su sentido.

Las evaluaciones generales del sistema educativo son capaces de establecer puntos de referencia, analizar y contrastar tendencias a lo largo del tiempo, y proporcionar evidencias empíricas sobre los factores determinantes en el rendimiento del alumnado. Sin embargo, a pesar de su evidente necesidad y utilidad, desde el año 2010 nuestro país no ha tenido unas evaluaciones generales con resultados que permitieran un cruce de datos robusto a nivel nacional: consciente de su importancia, en su nuevo marco la LOMLOE contempla su diseño y aplicación para los próximos cursos. De nuevo es la adquisición de competencias clave, definidas en la Recomendación del Consejo de 22 de mayo de 2018 relativa a las competencias clave para el aprendizaje permanente, por parte del alumnado, lo que interesa evaluar del sistema: los descriptores operativos en que se expresan estas competencias, explícitamente presentes en el nuevo currículo a final de 6.º de Educación Primaria y de la enseñanza obligatoria (perfil de salida), se han enriquecido con las sugerencias contenidas en propuestas consensuadas internacionalmente, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

El análisis de datos de las evaluaciones internacionales, que diseñan organismos como la OCDE y la IEA, permite obtener conclusiones de enorme interés y, además, obtiene datos que se pueden cruzar y contrastar con los de las demás evaluaciones, siendo este eficaz procedimiento empleado de manera habitual por los técnicos de las distintas administraciones. Al no remitirse a ningún currículo en concreto, las evaluaciones internacionales pueden indagar en conocimientos competenciales desde una perspectiva sistémica.

En las evaluaciones de diagnóstico, y en coherencia con el fuerte carácter competencial que rige el nuevo diseño curricular, se realiza un diagnóstico de las competencias adquiridas por el alumnado en cursos estratégicos en los que es preciso disponer de la mayor información posible sobre el alumnado para poderle orientar (a él y a su familia, y también al centro educativo) con acierto en las decisiones académicas que le atañen. Los informes que de esta evaluación de diagnóstico se generen pueden ser usados por los centros educativos para diseñar sus propios planes de mejora.

Los resultados de estas tres evaluaciones, combinados, contrastados, y reforzados por otras evaluaciones que dispongan las distintas administraciones, especialmente a través del cuerpo de inspección educativa, proporcionan evidencias que afectan a la mejora de los resultados del alumnado y del sistema educativo en su conjunto, cambios que tienen que ver con la metodología enseñanza-aprendizaje, la equidad, el profesorado, la autonomía, la rendición de cuentas, la organización de los centros, los itinerarios educativos, los índices de repetición, o el clima en el centro y en las aulas. La elaboración de un calendario que establezca plazos y ordene las distintas evaluaciones es una de las tareas que la Administración educativa deba acometer: el trabajo relativo a la creación de los marcos de evaluación, que se realizará desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional en estrecha colaboración con las comunidades autónomas, será necesario para fijar los estándares básicos metodológicos y científicos que garanticen la calidad, validez y fiabilidad de las evaluaciones, así como la intervención y consulta a la inspección educativa, que desempeña un papel fundamental en la aplicación de estas pruebas.

En este foro participará, en primer lugar, una representante de la OCDE, que planteará las líneas generales de sus evaluaciones a gran escala y su repercusión en los sistemas educativos. A continuación, se darán a conocer las nuevas evaluaciones nacionales propuestas en la LOMLOE, así como las evaluaciones internacionales en las que participa nuestro país. A dicha intervención seguirá la aportación de las experiencias evaluativas de las comunidades autónomas y de la inspección educativa, y entre todos se tratará de dar respuesta a algunas de las siguientes cuestiones:

  • ¿En qué competencias se debe incidir en estas evaluaciones?
  • ¿Cómo pueden los centros educativos aplicar los datos de estas evaluaciones en sus programas de mejora?
  • ¿En qué espacios se puede compartir experiencias sobre evaluación en relación con los programas de mejora?
  • ¿Cómo aplicar la autonomía de centro para contextualizar los resultados de las pruebas de evaluación e incorporarlos a los planes de centro?
  • ¿Qué formato es el más adecuado para las evaluaciones externas?
  • ¿Cómo se puede armonizar el calendario de evaluación y el calendario lectivo?
  • ¿Cómo promover la importancia de la evaluación en el sistema educativo y en la sociedad en general?
Subir

Esta web utiliza cookies propias para facilitar la navegación y cookies de terceros para obtener estadísticas de uso y satisfacción.

Puede obtener más información en el apartado "Cookies" de nuestro aviso legal.

AceptarRechazar